Houm experiencias

El olfato es un sentido que nos permite viajar por nuestras emociones y disfrutar de las experiencias. Hoy, Mallorca desde el olfato a lo largo de todo el año.

Naturaleza.

Si queremos destacar un olor inconfundible de la naturaleza en Mallorca ese es, sin duda, el de los almendros en flor en los meses de enero y febrero. Los campos inundados de rosa y blanco. Hectáreas de un olor dulce que se percibe en muchas de las carreteras que recorren la isla. Ciclistas disfrutando de parajes incomparables. Caminantes cogiendo pequeñas ramas para decorar. Casas que dan la bienvenida a la primavera.

Estos mismos caminantes son los que disfrutan de un olor muy especial en sus excursiones: olor a “ullastre”. Sin contaminación, sin aditivos, sin estrés. Sólo la naturaleza, las personas y los sentidos.

Comida.

Qué sería de Mallorca sin sus platos típicos. Una gastronomía con recetas creadas siglos atrás que hacen ensanchar las narices de los más hambrientos y deleitan el paladar de los comensales.

Como entrante una de nuestras “cocas” de verduras. Una variante de la pizza italiana, sin tomate ni queso. Sólo las verduras recién cogidas del campo. Un primer plato de Sopas mallorquinas; un pescado fresco de la lonja con tumbet; una carne con ensalada, pongamos porcella y de postre una ensaïmada. ¡Bendito menú! Y para hacer bien la digestión, un chupito de hierbas.

No podemos pasar por alto el olor que se desprende de las cocinas durante la Semana Santa que acabamos de pasar, donde la gastronomía mallorquina se encarga de juntar familias y amenizar las comidas. Panades, pastissos, cocarrois, robiols de cabello de ángel, mermelada o crema, crespells... todo esto cocinado entre padres, abuelos y niños. ¡Todo un festín!

Mar.

Qué sería de Mallorca sin el olor a mar! Cuando pisas por primera vez fuera del aeropuerto te embarga ese olor a humedad salada que automáticamente te hace bajar de pulsaciones y te invita a disfrutar de la isla. Cuando pisas por primera vez una playa te embarga ese olor a mar y alga tan característico que te hace recordar lo afortunado que eres por vivir ese momento.

Un mar Mediterráneo que golpea las rocas, un mar Mediterráneo que acaricia la arena. Un mar Mediterráneo que en calor refresca y en invierno, con su calma, relaja. Un mar que acoge al sol cada tarde y lo levanta cada mañana.

En pareja, en familia, solo o con amigos. Mallorca te invita a disfrutar de sus olores durante todo el año.